Hacer versos es sol, también mañana
en el pútrido pupitre de vida,
es color ácido en justa medida
como el Jardín Secreto y la Manzana.
Como nuestra natura cotidiana
o el ojalá que no se nos olvida,
es rutina subjuntiva nutrida
de un deseo de suave porcelana.
Es fuego, noche y madre primavera,
es nadar en licores de cereza
o hacer de nuestra suerte húmeda fiera.
Hacer versos es tener la certeza
del ámbar de tus labios en quimera,
esquivar por sus bordes la tristeza.
No puedo creer como no están tus libros en todas las librerias del mundo, en cada biblioteca. Este soneto es genial. Sencillo. Me llega. Muchos besos. Agustin
ResponderEliminarAgustín se ha emocionado... ya tienes un grupi... ¿Ha dicho del mundo? Joder...
ResponderEliminarBueno... que ya echaba de menos un soneto de los tuyos, y que me ha gustado mucho.