Y después de todo,
nos da igual el color del prisma
y la ondulación magnética del latido,
también la cadena de los pies
a tu cintura, no importa
ni la jaula ni la naturaleza del animal.
El veneno en el azúcar es sobredosis
perenne, como la flor de almendro
en el ártico desierto,
pero tu aurora es arena virgen
de una playa que hierve,
de una realidad sin ser moldeada.
Tú sólo eres un boceto
que se plasma por un segundo
en la tábula rasa,
eres el fotograma universal
del clímax de un beso
proyectado en la pantalla.
Me ha encantado tio. besos
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