Haz lo que rezan las canciones
y dime qué hay detrás
de los pentagramas que tejen tu ropa.
Parte el mástil de la guitarra,
destroza los platos y las baquetas,
quema los escenarios, lánzate al público.
Y cuando termines con tu caos,
cuando termine el sudor,
se apague el eco de las distorsiones
y dejen de retumbar los graves del bajo,
vuelve a tu hueco en la cama
como un animal asustado
por tanto ruido.
seaside
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