lunes, 12 de septiembre de 2011

Una luz


Sé que llegará el día en que ya nunca
volveré a contemplar
tu mirada curiosa y asombrada.
(Ángel González)




En los pasos de cebra 

me robas tus maletas 

y con ellas también te llevas los veranos, 

me llenas los bolsillo de hojas secas, 

la boca de otoños 

que esperan sus tormentas. 

Semáforos ámbar, 

carteles verdes de grandes almacenes 

y una mano alzada 

nos quitan de los brazos 

noches bañadas de cerveza 

y el hacernos daño con los labios. 

Dormiremos solos con septiembre 

embalsamados con cortinas rojas, 

la ventana de mi cocina 

no será una luz a ti debida, 

te pensaré bajo la ducha 

de un calentador que no funciona.

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