Tal vez sea mejor así,
embotellar el recuerdo en agua de mar,
en agua de pieles saladas que se tocan
mezclándose unas con otras,
o enterrar el corazón con los pies
bajo la arena, bajo una arena
hecha de yagas y quemaduras.
Tal vez sea mejor así,
guardar tu cuerpo en cofres
como viejos tesoros españoles,
hacerlo descansar en lo profundo,
en la oscuridad del olvido
junto a monedas bordadas en oro,
custodiado por bestias marinas.
Tal vez sea mejor así
y seas una parada desierta
que olvidará el tranvía,
una travesura pasajera
en un tren nocturno,
un último poema
escrito en un billete de vuelta.
Fue este.
ResponderEliminar