Entra desde el esófago
como una mosca que escapa del vientre,
es una casa en obras, desmueblada*,
a oscuras.
La vomitas pero no vuela más allá
de la garganta, cae por su propio peso
al pozo de los intestinos.
Respiras de nuevo y se hunde,
se clava como la doble ele del cuchillo
en el estómago.
Recorre mis costillas y la filtran los pulmones,
escala por la tráquea.
La trago, se empapa de mi lengua.
Sabe a manzana enmohecida
y sabe como arrancarle
todo el color a tus pupilas.
*Licencia poética.
que buen chotis
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