domingo, 21 de agosto de 2011

Cántico de sangres secas



Cada verso es un agridulce 

y busco tu miel en otra boca, 

las hormigas se ahogan en los pintalabios, 

tus uñas rojas se clavan 

en los bailes de mis pestañas, 

haces que tus ojos rompan la escala de colores 

y salados sean mar cuando fueron 

clorofilas que invadían los bosques. 

Llenabas mis cajones, volcabas mi estómago 

y las lunas eran llenas en nuestras playas, 

ropa arrugada, retortijones 

y menguantes es lo que pones en las bandejas 

llenas de mendigos de manos negras 

y dedos heridos. 

Lo que queda en nuestras tejas 

son reclamos de otros gatos 

dispuestos a lamer las cicatrices, 

otras gatas que siempre quisieron 

ser gatas.

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