A Pablo.
Soy primera persona, singular 
del pretérito imperfecto 
del deseo en el río de la vida, 
la herencia en el testamento 
de tus libros de poesía, 
de tu mar muerto. 
Tú, segunda singular persona, 
juegas a quererte por el día 
y me lustras las miserias por la noche. 
Eres un saxofón que está en lo cierto 
vestido alegremente de mentira, 
un barril de cerveza en el desierto. 
Impotente, imperativo categórico 
bajo el sol de Andalucía 
disfrazado de Neruda en el intento 
de maldecir el malditismo de Panero, 
acepto, valiente, tu osadía 
de engañarnos como amantes de matar el tiempo.
un saxofón que está en lo cierto.
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Esta me ha gustado más que aquella que me dedicaste en el foro...
ResponderEliminarTe quiero