Dime qué harán los ojos de las chicas
llorando por los metros, cabalgando
por oscuros y vías. ¿Deberían
biengastar tan mal sus ojos felinos,
grandes y desnudos? ¿No deberían...?
Quizá lloren por sus rotos labios mal pintados.
Regresan a casa en azul de otoño
cuando los cuervos graznan sus hazañas,
cuando el universo vuelve a girar
matutino, inadvertido, aburrido...
¿Puede que sea él el empalagoso
llorón harto de mi primer poema en Madrid?
No puede ser Él, tampoco fui Yo...
Ellas, ellas o quizás también tú.
Lloran, lloráis porque esta triste noche
no han gastado vuestros labios, no han
arrañado vuestros ojos, no habéis
abrazado, desnudado... follado;
Los hombres que sólo se aman a sí mismos visten de Dior a las mujeres. Pero nunca se atreven a desnudar a ninguna.
ResponderEliminarTe seguiré las publicaciones,son aire, del que corta.
ResponderEliminarzonazero