lunes, 9 de septiembre de 2013

Ajuste de cuentas



Escribo este verso

porque no sé atravesar una puerta.

Este otro porque

mis manos están vacías.

El siguiente

por preferir esconderme detrás del burladero.

Llevo siete,

dudo en el octavo,

y en el noveno.

El décimo es un disparo

que abre un hueco en la pared por el que miro.

Me veo escribiendo el duodécimo

en vez de lanzarme al vacío

desde el decimotercero. 

En el decimocuarto pienso

en escapar por la escalera de incendios.

Decimosexto: miro al suelo.

Decimoséptimo: me aterra el sonido

del viento a esta altura.

Decimonoveno: se dilatan mis pupilas.

Vigésimo. Salto.

2 comentarios:

  1. Y no se que paso al borde del abismo, pero mi caída fue muy lejana a la muerte.

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  2. Javier, lo digo sin reparos, la poesía no es santo de mi devoción, pero reconozco que ésta que acabo de leer me llegó.
    Un fuerte abrazo.
    HD

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