domingo, 31 de enero de 2010

Tokio Blues y la mujer soñadora.



En Tokyo suena un blues desencantado.
            El hierro de las vías anuda los andenes,
te seduce el adjetivo funesto,
 y se alejan, y taladran mis sienes
los vagones vacíos de nada con
el humo que se escapa de los trenes.

En Tokio tú sólo imaginas Tokyo,
desdibujas los relojes leyendo.
             Arrinconas los mitos, maquinas las leyendas,
y forjas los delitos con quimeras,
te haces libre, inmaterial, etérea.
Te separas de los mundos,
colocas una tras otra las vías,
las guías frente a la locomotora
para  que te guíen  a los mares más profundos.

Sorprendes los misterios de tu mente
cuando en corro juegan para alocarte.
Tokyo aparece tras las ciudades submarinas
y tu tren rompe el guión al llegar a su destino.
Despiertas tocando la realidad
            en las contraportadas de los libros.

3 comentarios:

  1. hay muchas cosas libres, etéreas e inmateriales que al mismo tiempo tienen cuerpo, al menos para mí..
    por supuesto que la Poesía es energía, que está en personas/sentimientos/lugares... pero a veces precisamente por eso toma cuerpo, porque está tan presente en determinados momentos que puedes sentirla, que te chocas, que te araña y te acaricia
    :)
    aunque supongo que la percepción depende de cada uno

    y que el sueño no acabe..

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  2. Tenías razón. He encontrado cosas muy interesantes por aquí. Te seguiré la pista ;-)

    Saludos desde Lejos del Paraíso

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