Renegaré del poema que hable
de bocas y faldas,
de cuellos y vestidos,
de lencería y pintalabios.
Yo quiero hablar del coño,
sin edulcorante ni ornamento.
Quiero desear el Coño.
Tu coño o el coño que deseas,
el coño de tu hermana,
de tu madre, de tu prima.
Un coño y todos los coños.
Quiero aprehender el coño,
saborear el coño,
entrar en el coño
y conocer todos sus secretos.
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