Si a la hora de dormir
vienen los fantasmas
dame un toque,
que yo repararé tus sueños
con ungüentos primigenios
y los lustraré con aceites esenciales
para que parezcan nuevos.
Puliré los desperfectos,
correré con los gastos,
limpiaré los cristales
para que veas con claridad
que no existen los monstruos.
Pero quizá deje alguna muesca
imperceptible entre tus labios
para rubricar el remiendo,
quizá te ponga algún lunar
que encaje con alguno de los míos
para firmar la obra.
Y es que a los artesanos,
al igual que a los poetas,
les gusta deja su huella
para que nadie se olvide
de los aciertos o desconciertos
que construyen con sus manos.
Desde que follamos soy tu mayor fan, ah!, que no follamos.
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