La vocación a la felicidad
domestica el ser que ansía la vida,
lo esclaviza como racional fiera
al rito estándar de lo establecido.
La tradición es el germen viral,
el indicio de pandemia es el culto.
Síndrome de ilusión como esperanza,
pertenencia como supervivencia,
la exclusión de la manada es homicidio.
Guíate por los reclamos neones
de la sucia avenida de tu patria,
sigue la santa bazofia sagrada
impuesta por tus magnánimos Dioses.
Disfruta tus preciadas posesiones,
porque mañana no quedará nada.
Suprime lo que conoces, sumérgete
en la trastienda del tiempo y la nada.
Haz que tu copa rebose de vino,
inunda tu estómago de pastillas,
juega al equilibrismo en la azotea.
El suicidio es sólo amor por la vida.
:)
ResponderEliminarme guardo este blog.