miércoles, 30 de septiembre de 2015

Otro como yo



Hay un tipo en la tele hablando

del Estado Islámico,

mientras el gato hace de las suyas

en el pasillo.


Hay un tipo mirando la tele

sentado en mi sofá

y escuchando como mi gato

–o el suyo–

la está liando en el pasillo.


Otro como yo

escribe hasta a las tantas

porque sabe que no es él

el que mañana tiene

que ir a trabajar.


Y yo, que ni oigo, ni veo, ni escribo,

me descuelgo ciego y sordomudo

por un lado de la cama

porque se me han secado las palabras

de no usarlas

y necesito meterlas en remojo.

sábado, 19 de septiembre de 2015

V.O.S.E.



"Lo único que se necesita para hacer una película es
una mujer y una pistola"
Jean-Luc Godard.



Cuando el protagonista deje la copa

encima de la mesa,

sonará jazz para los títulos de crédito

justamente donde el script

dice que hay que fundir a negro.



Alguien se encargará de cambiar

el decorado

para convertir esta habitación

en una noche en Manhattan

y repetir la escena en la que los protagonistas

se miran a los ojos por primera vez.

La iluminación será algo más tenue;

quizá con un filtro

que arroje tonos azulados,

o algún efecto que simule

la luz de los faros de los coches

atravesando la ventana.

La cámara graba desde atrás al personaje

que camina por un pasillo de puertas cerradas.

Es un travelling exacto que termina

cuando llega a la actriz que fuma

y observa ensimismada un cuadro de Magritte;

hay una nostalgia que la persigue

detrás de la pantalla.

El encuentro se produce en plano general

el espectador sabe que uno de los dos esconde

un revólver que debe disparar

antes de la primera palabra,

pero algo sucede, es un instante,

es un guionista cruel el que decide

que el personaje cambie de opinión.



La toma no sirve,

las chicas de maquillaje están histéricas

ella tiene brillos en la frente,

a él se le ha olvidado el texto.


Poema escrito a cuatro manos con Marina Alcolea.