lunes, 24 de junio de 2013

Quería escribir un poema donde dijese que esta noche es perfecta para hacernos el amor



Quería escribir un poema donde dijese

que esta noche es perfecta

para hacernos el amor:

las hogueras nos podrán

iluminar hasta el alba,

el mar se habrá calmado

antes de que perdamos el autobús

y nos quedemos solos.



Como la luna hoy ríe con la boca abierta,

podrás bromear conmigo

diciendo que es la de un gato gordo.

Puede que antes de besarnos

tararees alguna canción

rellenando tu vaso con cerveza,

o sostengas un filtro entre los labios

mientras buscas papel para hacerte un cigarro;

puede que incluso

justo en este preciso instante,

ya me estés besando.



Quería escribirte un poema que hablase

de brindar con tu vestido,

de cosernos bien fuerte las salivas,

trenzarnos los dedos

o acariciar tus párpados.

Pero será mejor dejarlo para otro día,

porque mañana tengo que madrugar

y se está haciendo tarde.

sábado, 22 de junio de 2013

Segundo asalto



Escrito a cuatro manos con Marina Alcolea



No es lo mismo bailar solo en la cocina,

quemarse los dedos sin tener quien te los bese

servir un plato de sopa de verduras

y ahogar las letras que conforman tus palabras,

que despertarse en mitad del rodaje de una película de Godard

donde Anna Karina corre de tu mano por el Louvre

batiendo un nuevo récord,

sacándote a bailar tras un minuto de silencio.




No es lo mismo ahogarse a solas en la bañera,

que jugar a hundir la flota con tu íntimo enemigo.




Anoche te esperé toda mi vida

en la azotea de un cuarto

sin ascensor

para que me leyeras las estrellas,

para ver cometas

y retarles a que den más luz que nuestros besos;

pero tú, amiga de las tormentas, 

no volverás para perdonarme

que no supiera apreciar la pureza del amor que compartimos 

donde siempre era domingo por la tarde. 




No es fácil saltar al vacío

sin conocer la distancia al suelo,

sin saber de la profundidad de nuestra bañera

o cuándo te pararán los pies los guardias de seguridad de los museos.

La sopa de verduras siempre me quedó sosa,

nunca supe llevar el ritmo sin otros pies que lo marcasen.




Anoche en nuestra cama

le leí a otra todos tus poemas.

Se los leí yo.

Y se enamoró,

de ti.

jueves, 20 de junio de 2013

Sunset Boulevard



Yacer muerto boca abajo

en mitad de una piscina

debe ser algo memorable,

como lo debe ser desenfundar un revólver

en el momento más tenso del film

o besarle los párpados a la estrella protagonista:

esa que mira a cámara 

con unos ojos que te hacen ir a la guerra,

robar bancos o traicionar a tu mejor amigo.

Pero luego llega el fundido a negro,

y los créditos no cuentan 

cómo se seca tu máquina de escribir,

ni cuántas recetas se necesitan para poder dormir.

Quizá sea por eso que detrás de los atrezzos,

algunos poetas alquilemos

tan barato el corazón,

o alcemos la copa en memoria

de aquel verano eterno,

de aquellos días que no llegaban al crepúsculo.

miércoles, 19 de junio de 2013

Enfrentarse



Enfrentarse.

Mirar a los leones a la cara,

quitarse el antifaz,

dejar ver huesos,

magulladuras, cicatrices.

Saltar.

Arrepentirse cuando es tarde,

abrir un libro,

darle al play,

rellenar la copa.

lunes, 17 de junio de 2013

Sería mejor haber muerto en las trincheras



Creímos que el amor era otra cosa,

nos burlamos de los dioses

sin saber que éramos los hijos huérfanos

de unos libros que convertimos en sagrados,

sin saber de aritméticas y confabulaciones,

o que los padres primerizos se equivocan. 

Ahora no nos queda más que tirar la toalla,

recoger nuestras cosas,

hacer las maletas,

volver a casa

como vuelven los soldados que pierden la guerra,

sin mérito, sin medallas

para uniformes llenos de barro.

sábado, 15 de junio de 2013

Te lo aseguro II



Cuando duermas en mi cama

los bares cerrarán bien tarde

porque celebrarán fiestas

en tu honor.

Cuando te lleve al río

el mar estará lejos,

pero no necesitaremos que nadie nos muestre

los caminos hacia la playa,

porque sabrán mis pies

llevarte entre mis brazos 

a sus orillas.

Cuando lleguen los inviernos

mis sábanas nos guardarán de malos augurios,

nos dará margen el otoño de Madrid.

Cuando vuelvas

las puertas estarán abiertas,

el portal bien limpio,

los balcones llenos de flores.

Pasearemos por Malasaña,

y por fin atraparé el lunar que escondes en tus labios.

Haré que lo luzcas

mientras nos sentamos en aquella terrazita*

que aún no conoces

delante de una cerveza bien fría. 

Reiremos.

Te lo aseguro.

Te daré mi boca para que la pulas a tu antojo.

Mis dedos para que cambies sus contornos.




miércoles, 12 de junio de 2013

Apriete el gatillo



Un revólver tiene seis balas.

Un gato tiene siete vidas.

viernes, 7 de junio de 2013

Te lo aseguro



¿Por qué no me tiras al lago

o me atas una soga al cuello?

¿Por qué no diseccionas cada uno de mis órganos

para ver dónde estaba lo que me has quitado?

¿Por qué no aprietas el gatillo

y me vuelas los sesos? 

Quizá así termine rápido de amarte

y no tendrás que seguir arrastrándome,

dejando el rastro de mi sangre por el piso.

¿Por qué no me rematas?

Ya casi es viernes, quizá mañana esté ardiendo;

no esperes a pasar un fin de semana

con un cuerpo que ya empieza a oler.

Si la poesía funciona cuando la musa mata al poeta,

tú lo estás haciendo muy bien.



Te lo aseguro.

jueves, 6 de junio de 2013

La moneda y el enjambre



No te fíes del sosiego de la noche

porque en su moneda se tejen las cárceles

de los que amamos mucho.

No pretendas asegurar cada paso,

ni te intentes adueñar de tus zapatos;

no conoces los sustratos,

no te pertenecen la raíces

que mantienen tu equilibrio.

Cuida los cuchillos porque en sus filos

se guardan las imágenes,

la sangre del recuerdo sabe que el metal

es el mejor conductor de la tragedia,

que el vino que se resbala por las mejillas 

siempre fermenta mejor 

cuando nuestros fantasmas siguen vivos.

Y es por eso que las lágrimas 

giran alrededor de los metales,

como yo camino alrededor de las monedas de la noche,

admirando sus bordados, sin poder girarlas;

es por eso, por lo que desde el otro lado del recuerdo,

tú paseas por el enjambre de mis sueños

con una moneda al cuello.

domingo, 2 de junio de 2013

Breves apuntes para una comedia dramática



Breves apuntes para comedia dramática:

Ni yo era capaz de odiarla

ni ella era capaz de amarme.

Y así andaba, como un perro abandonado

que trataba de encontrar

el camino de vuelta a casa.